Blanca Hernández es presidenta de la Fundación Ebro Foods, consejera de Ebro Foods y fundadora del programa tuTECHÔ, una iniciativa pionera que busca erradicar el sinhogarismo en España mediante una solución integral que combina vivienda digna, acompañamiento social y alianzas estratégicas. Con una sólida trayectoria en el mundo financiero —como socia fundadora y CEO de Magallanes Value Investors— y miembro del consejo de administración de otras compañías como PharmaMar, Blanca ha impulsado desde la Fundación Ebro proyectos transformadores que combinan impacto social, innovación y colaboración. En esta entrevista, nos habla del origen y evolución de tuTECHÔ, del papel de la Fundación Ebro en su desarrollo, y de cómo la acción social puede convertirse en motor de cambio real.

¿Qué es exactamente tuTECHÔ y qué lo hace diferente de otras iniciativas similares?
tuTECHÔ nació para ser una solución sostenible que contribuyera a acabar con el sinhogarismo. Queríamos ayudar a quienes más sufren, a aquellos que creen estar olvidados. Buscábamos una solución real al sinhogarismo, y, para eso primero tuvimos que conocer bien el problema. Entendimos que las personas no solo necesitan un techo: necesitan acompañamiento, un itinerario personalizado para conseguir la integración plena. Por eso nuestro modelo combina vivienda y acompañamiento social por parte de las entidades sociales, porque sin un hogar estable no hay proyecto vital posible. A su vez, los acompañamientos siempre son más eficaces si se hace desde la dignificación y estabilidad de un hogar, favoreciendo la integración social y comunitaria, así como la mejora de la salud y del bienestar.
Desde el principio tuvimos claro que si queríamos de verdad producir un cambio sistémico, no podía ser sólo filantropía: nadie nos iba a regalar casas, ni donar lo suficiente para poder adquirir cientos de casas. Tenía que ser una solución sostenible económicamente, innovadora y escalable. Una combinación de filantropía e inversión de impacto, que pudiera atraer donantes y capital de inversores interesados en el impacto social, no solo en el beneficio económico.
Así unimos dos mundos: el empresarial y el de la filantropía. Creamos un modelo híbrido formado por: tuTECHÔ Hogar, la primera empresa social cotizada en BME Growth que gracias a la inversión de impacto puede adquirir inmuebles y aumentar el parque de vivienda social; y la Fundación tuTECHÔ, que complementa el modelo mediante la filantropía y fortalece las alianzas con el tercer sector. Juntas, ambas iniciativas permiten proveer de viviendas a las entidades sociales para que acompañen hacia la inserción a personas en situación de extrema vulnerabilidad, asegurando un modelo sostenible que nos permita escalar y alcanzar un mayor impacto, sin dejar a nadie atrás.
tuTECHÔ es, en definitiva, un ejemplo de Economía Humanista. Una solución innovadora. Pero, sobre todo, es un movimiento. Un movimiento imparable de inversores de impacto, empresas, filántropos, administraciones públicas y entidades sociales con una firme convicción: juntos podemos acabar con el sinhogarismo en España.
¿Cómo definirías el sinhogarismo y qué deberíamos entender cuando hablamos de este problema?
En España, el sinhogarismo afecta al menos a 30.000 personas y ha aumentado un 25 % en la última década. Hablamos de personas que no sólo necesitan un techo, sino un hogar desde el que reconstruir su vida. Es posiblemente el mayor problema social crónico de nuestro país y no nos podemos quedar indiferentes y esperar a que lo solucionen otros. 30.000 personas, es un numero abarcable, incluso aunque fuesen el doble. Creo firmemente que, en un país tan rico y lleno de posibilidades como España, si nos unimos, podemos entre todos acabar con este problema.
Cuando en los inicios del proyecto nos sentamos con cientos de ONG para entender la dimensión del problema y escuchamos las historias que hay detrás de las estadísticas, aprendimos que el sinhogarismo no es solo la persona que vive en la calle o albergues. Es la mujer que huye de la violencia. El joven bajo tutela del estado que al cumplir 18 años debe salir, sin tener a dónde ir. Son personas que caen en la prostitución o trata, quienes viven en infraviviendas o viviendas inseguras, inmigrantes, refugiados, personas que buscan asilo. Todo, situaciones muy dolorosas. Por eso defendemos un enfoque sistémico, que combine vivienda y acompañamiento, y que aborde las causas estructurales de la exclusión.
Además, me gustaría aprovechar este altavoz para destacar que sinhogarismo es una situación, no una condición permanente. No se es sinhogar, se está en situación de sinhogarismo. Esa diferencia es esencial, porque nos recuerda que nadie debería ser definido por una circunstancia temporal de su vida y que nos puede tocar a cualquiera. Es más fácil de lo que nos creemos llegar a esa situación y muy difícil salir de ella.
¿Qué logros destacarías desde la puesta en marcha de tuTECHÔ y en qué plazo se han conseguido?
En muy poco tiempo hemos avanzado muchísimo. En menos de tres años hemos movilizado unos 60 millones de euros y hemos logrado comprar más de 400 viviendas, que hoy acogen a más de 3.000 personas en 20 provincias españolas, colaborando con más de 80 entidades sociales. Muestra de que esta combinación de acompañamiento integral y vivienda funcionan es que ya han salido independientes más de 600 personas. Por eso no podemos parar, las historias de ver como personas que estaban tan excluidas recuperan la alegría, las ganas de vivir y su autonomía, son el motor para seguir creciendo.
Pero más allá de las cifras, lo que me parece más novedoso es el modelo de alianzas que hemos construido. Cada actor aporta lo que mejor sabe hacer: las empresas ponen su conocimiento y sus recursos para traer la excelencia en la gestión desde su RSC, los inversores de impacto aportan capital con propósito, las ONG acompañan a las personas hasta su integración, los filántropos, recursos económicos para sujetar al tejido asociativo, las administraciones tienen el potencial de crear políticas y todos renunciamos a algo para lograr un objetivo común: ayudar a los más excluidos de la sociedad en España, a los que no tienen un hogar. Esa cooperación es lo que ha hecho posible tuTECHÔ. Un modelo que demuestra que ante los grandes restos sociales necesitamos alianzas y la combinación de filantropía con soluciones empresariales, que son las que de verdad, al ser viables y sostenibles, se pueden escalar para transformar y producir un cambio sistémico.
En este sentido hemos demostrado que se puede unir rentabilidad y propósito. De hecho, la salida a Bolsa fue un hito muy importante para nosotros, no solo por ser la primera empresa social española en hacerlo, sino porque eso nos ha permitido democratizar y dar a conocer la inversión de impacto, que todo el mundo sepa que puede transformar el mundo con su capital, si invierte poniendo el foco no sólo en la rentabilidad, sino en solucionar un problema. En tuTECHÔ se puede participar desde un euro. Nuestro inversor con propósito está tan comprometido que acabamos de dar el primer dividendo y el 40% lo ha donado a la Fundación techô para aumentar aún más el impacto y que podamos ayudar a más.
¿Qué papel ha jugado la Fundación Ebro en el desarrollo y expansión de tuTECHÔ?
Ha sido clave desde el primer día. La Fundación Ebro fue quien nos conectó con más de 300 entidades sociales durante el año en que estuvimos profundizando en la raíz del problema.
Desde la Fundación ya contábamos con un conocimiento profundo de muchas de estas ONG, a las que llevábamos años apoyando. Fueron ellas quienes nos inspiraron: habían demostrado que su modelo de acompañamiento desde un hogar funciona. El problema era que nadie les quería alquilar, o que el coste del alquiler era inasumible. Así nació tuTECHÔ: para facilitarles viviendas y animar a aquellas que aún no aplicaban esta metodología a sumarse. En estos tres años, ya hemos incorporado a 80 entidades sociales, de las cuales 23 nunca habían trabajado con vivienda. Otras contaban con algún piso, pero ha sido ahora cuando han podido escalar el modelo.
Hoy, la Fundación Ebro sigue desempeñando un papel fundamental en la conexión y análisis de entidades sociales para que se integren en el ecosistema de tuTECHÔ. Además, es una de las empresas fundadoras de la Fundación Techô, forma parte de su patronato y fue clave en su impulso. Sin su apoyo económico y compromiso a largo plazo, no nos habríamos atrevido a dar el paso de constituirla. Finalmente, en 2024 la constituimos junto a un grupo de empresas comprometidas que participan activamente en la gestión diaria de tuTECHÔ, como EY, Renta4, Azora, Magallanes, NN, entre otras.
La Fundación Techô nació para apoyar el programa de vivienda de techô hogar SOCIMI y los acompañamientos de las ONG. Es una filantropía innovadora que impulsa la inversión de impacto para escalar soluciones y generar un cambio sistémico. Una filantropía que reconoce el valor del tejido asociativo, escucha sus necesidades y trabaja para fortalecerlo y dinamizarlo. No queremos que ninguna ONG con personas a las que atender y equipos preparados para acompañar se quede fuera por no poder asumir un alquiler. Queremos que cada vez más entidades adopten la metodología de vivienda con acompañamiento, y que estos procesos sean integrales, para lograr la plena recuperación e independencia de las personas. En definitiva, queremos fomentar el trabajo en red y ponernos al servicio de las ONG y sus usuarios, para que no haya ninguna persona en situación de sin hogar en España.
Aunque como veis el apoyo de la Fundación Ebro va mucho más allá de lo económico, actualmente contribuyen con una aportación anual de 100.000 euros para apadrinar viviendas y fortalecer los procesos de acompañamiento, incentivando a que más entidades sociales se sumen a este modelo.
Además, han vinculado su propia actividad —la alimentación— con la Fundación Techô, donando productos básicos que llegan directamente a los hogares de los colectivos acompañados. Ese compromiso constante es un ejemplo de cómo las empresas pueden impulsar un cambio real cuando alinean su propósito con su actividad.
¿Qué papel juega la medición en la inversión de impacto?
En tuTECHÔ, desde el inicio entendimos que medir el impacto era esencial: para rendir cuentas a nuestros colaboradores, para saber si lo que hacemos funciona y, sobre todo, para identificar dónde podemos mejorar.
Gracias a esa medición, hoy sabemos que hay 470 niños viviendo en nuestros pisos. ¿Qué sería de ellos sin esta solución construida entre todos? Posiblemente estarían en centros de acogida o en una infravivienda, sin una infancia digna. Cada día aprendemos de nuestros inquilinos y de sus historias. Ellos nos recuerdan lo que realmente importa: esa madre que teme perder a su hijo, ese niño que está a punto de salir de un centro de acogida sin saber dónde irá, esa persona que lleva demasiado tiempo en la calle y se siente olvidada…
Cada una de esas historias es nuestro principal logro. Son el reflejo del impacto real que buscamos y la razón por la que seguimos midiendo, aprendiendo y mejorando.
¿Podrías compartir alguna de esas historias o caso concreto que refleje el impacto real de tuTECHÔ en la vida de las personas?
Keren vivía al raso en Madrid cuando supo que estaba embarazada. Tras un largo tiempo en situación de calle, primero en Barajas y después refugiándose en un sótano húmedo e inseguro, fue acogida por una entidad social que la acompañó en un proceso de recuperación integral. Gracias a ese apoyo, pudo acceder a un hogar digno y estable, desde el que empezar de nuevo. Su hija nació sana, en un entorno seguro, y con una base sólida. Por primera vez en mucho tiempo, Keren pudo acceder a un empleo y comenzar a construir una vida autónoma.
Hoy, vive y trabaja en Baltanás, un pequeño municipio rural, junto a su pareja y su hija, que ya va a la guardería. Allí continúa su camino dentro del programa tuTECHÔ rural, una iniciativa que da respuesta a dos retos urgentes: el sinhogarismo y la despoblación en la España “medio llena”. El programa ofrece una solución integral que combina vivienda asequible, empleo, acompañamiento social y revitalización comunitaria.
La historia de Keren demuestra que, con el apoyo adecuado, es posible dejar atrás la calle y construir un futuro lleno de oportunidades aportando a la sociedad.
¿Qué retos enfrenta hoy tuTECHÔ y cómo pensáis abordarlos?
Son varios los retos que tenemos por delante, aunque vamos por buen camino.
En España hay 3,5 millones de viviendas vacías. Muchas de ellas acaban con usos ilegales (okupas, narcopisos, pisos pateras…). Además, con frecuencia los propietarios no están dispuestos a alquilarlas a personas en situación de sinhogarismo.
Nuestro reto es seguir creciendo para adquirir estas viviendas y conseguir un doble retorno: recuperación de viviendas al mercado inmobiliario social y la recuperación de estas personas. Para ello hace falta, por un lado, seguir captando y dando a conocer la inversión de impacto. Lograr que se comprenda y se valore como lo que es: una herramienta eficaz para cambiar la realidad social. Aún queda camino para que se entienda que una empresa social puede generar dividendos y, al mismo tiempo, transformar vidas. Y por otro, que más entidades sociales se sumen a este modelo y que las que ya lo están aplicando sigan escalándolo. Para ello, necesitamos más recursos, más filantropía y subvenciones públicas para sujetar al tejido asociativo y que asuman más pisos desde donde hacer sus acompañamientos. La salida a Bolsa nos esta ayudando a seguir creciendo y la Fundación Ebro y la Fundación Techô nos están ayudando a que más entidades sociales adopten este modelo.
Por otra parte, la crisis de vivienda en España nos lo está poniendo más difícil. La escasez de vivienda asequible hace cada vez más complicado ofrecer alquileres sociales sostenibles. Recuperar viviendas vacías, rehabilitarlas y ponerlas en el mercado a precios del entorno de un 30% por debajo de mercado requiere de muchas alianzas. Pero seguimos convencidos de que, si colaboramos juntos, es posible. Otra manera de afrontar este reto es escalando tuTECHÔ rural. De los 3,5 millones de viviendas vacías, la mitad están en los pueblos que a su vez necesitan repobladores para mantener los comercios, el colegio, etc. Estas viviendas son más asequibles y vemos una oportunidad para cumplir un doble objetivo, combatir el sinhogarismo y ayudar en el reequilibrio territorial.
Por último, nos enfrentamos también al reto de construir en aquellos lugares donde no existe vivienda de segunda mano. Nuestro modelo se basa en el principio Recycle 2 Rent: rehabilitar viviendas vacías, hacerlas más eficientes energéticamente y reducir las emisiones de CO₂. Promovemos la economía circular y mejoramos la convivencia en la comunidad, evitando que esas viviendas vacías acaben convertidas en pisos patera, narcopisos o en situaciones de ocupación ilegal. Así conseguimos aumentar de forma permanente el parque de vivienda social.
Sin embargo, en algunos territorios la urgencia habitacional exige ir más allá, y el reto es construir. En Níjar (Almería), donde unas 3.500 personas viven en infraviviendas o chabolas en torno a los invernaderos, tuTECHÔ Hogar ha construido viviendas nuevas para el tejido social que trabaja con la población migrante. Gracias a esta actuación —en coordinación con el Servicio Jesuita a Migrantes y el Ayuntamiento— se logró el derribo del asentamiento del Cañaveral, sustituyendo chabolas por hogares dignos.
Pero no es suficiente. El reto es construir más, algo que no resulta fácil con los actuales precios de construcción, y que de nuevo requerirá de muchas alianzas y de una colaboración público, privada y social.
¿Cuál sería, en tu opinión, la solución para acabar con el sinhogarismo?
La única manera de acabar con el sinhogarismo es hacerlo juntos. Ninguna entidad social, empresa o administración puede resolverlo sola.
Una persona que está sin hogar lo que necesita es un hogar, y un acompañamiento hacia la recuperación siempre será más eficaz desde la dignificación y la estabilidad de un hogar. Tenemos que escalar y replicar este modelo que funciona, sumar recursos y trabajar desde la confianza, sin personalismos.
Además, hay que apostar fuertemente por la prevención, por muchas personas que consigamos que salgan del horror del sinhogarismo, como no cerremos los grifos, el sinhogarismo no cesará de crecer. De ahí nuestra gran apuesta por tuTECHÔ rural como medida de prevención del sinhogarismo para aquellas personas en riesgo de exclusión o para los que después de un periodo de recuperación y acompañamiento ya están listo para la independencia. Hasta ahora está siendo un éxito y estamos ya casi en 30 pueblos de menos de 30.000 habitantes, pero el reto es seguir creciendo y escalar el modelo.
¿Qué mensaje te gustaría que se llevaran los empleados del Grupo Ebro tras conocer este proyecto?
Por un lado, como empleados del Grupo, me gustaría que se sintieran orgullosos. Gracias a la Fundación Ebro, este proyecto existe y ha crecido. Pero también me gustaría que no se quedaran indiferentes. Detrás de cada vivienda hay una historia de vida que se reconstruye, y todos podemos hacer algo: donar, invertir desde un euro, aportar nuestros servicios profesionales, ser voluntarios o, simplemente, visibilizar esta realidad. Lo más importante es no mirar hacia otro lado. No podemos ser indiferentes al horror del sinhogarismo.
PALMARÉS
En apenas tres años, tuTECHÔ ha sido galardonado en múltiples ocasiones por su innovación social y financiera. Además, está siendo objeto de diversos estudios académicos como modelo de cambio sistémico, un ejemplo inspirador de cómo afrontar los retos sociales y medioambientales que tenemos por delante.
| Premio / Reconocimiento | Año |
| Premio SERES | 2023 |
| Certificación BCorp | 2023 |
| Premio a la Organización con Mayor Impacto Social en el Sector Inmobiliario | 2024 |
| Premio Liderazgo Público | 2024 |
| Premio Responsabilidad Social de Sevilla | 2024 |
| Social Impact Initiative of the Year | 2025 |
| Financial Innovation of the Year | 2025 |
| Premio a la Empresa con Mayor Impacto Social | 2025 |
| Premio al Liderazgo Social Banco Sabadell | 2025 |
Gracias Blanca por abrirnos una ventana al corazón de tuTECHÔ y mostrarnos cómo la acción social, cuando se acompaña de visión, rigor y compromiso, puede cambiar el rumbo de muchas vidas. Iniciativas como tuTECHÔ, a las que contribuimos desde la Fundación Ebro, reflejan el propósito y la responsabilidad que nos mueve como Compañía. Es importante que quienes formamos parte del Grupo las conozcamos y valoremos el impacto positivo que estamos generando como empresa en la sociedad.